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Radio en Vivo

Juanes: la madurez y el camino de retorno.

Juanes

Más allá de su devoción por Metallica o leyendas iberoamericanas, como Miguel Bosé, se esfuerza por estar al tanto de lo que suena con fuerza en la actualidad, siguiendo a personajes como Stromae, y oyendo a las bandas abanderadas del rock y el metal en el siglo XXI, como Ghost y Gojira. “Cuando escucho lo nuevo de Foo Fighters, digo, ‘¡Qué chimba de canciones, qué buen sonido!’, ahí es donde me quiero ubicar, yo quiero seguir por ahí”, dice, antes de recordarnos que le sigue encantando la música de Juan Luis Guerra, por ejemplo, y la posibilidad de oscilar entre esos dos mundos.

Por otra parte, vive muy pendiente de la movida musical de su ciudad natal, y ha armado una playlist titulada ‘El nuevo sonido de Medellín’, en la que se encuentran artistas como Feralucia, Margarita Siempre Viva, Sr. Pablo, Thomas Parr, Bella Álvarez, Providencia, Mabiland y Crudo Means Raw.

Queda claro que Origen y Vida cotidiana son para Juanes un viaje de regreso, pero ¿qué va a pasar ahora, más allá de los shows y las giras? ¿Qué tiene en mente? La respuesta es aún más radical e interesante: “Sueño con sacar un EP de seis canciones, por lo menos, de un proyecto mucho más heavy, estoy trabajando en eso, en ese aspecto más metalero, porque me gusta mucho”.

Le cuento que hace unos años Andrés Cepeda me dijo algo parecido, que quería volver a hacer rock, y recordamos que recientemente Cepeda, Juanes y Fonseca cantaron juntos en un show. Ahí es cuando parece llegar otra posible primicia: “De hecho, nos vamos a meter en un proyecto los tres porque tenemos la inclinación hacia eso, y nos parece chévere, es algo que puede pasar, independiente, por otro lado. Pero en lo mío, tengo en la cabeza ese proyecto de metal, y ahí sí, ¡menos expectativas! [Risas]”. Es algo que hace única y exclusivamente movido por intereses artísticos, “pensando en la gente que disfruta de eso”.

Hay momentos en los que Vida cotidiana se siente como un desquite, una revancha con sonidos muy contundentes y baterías bien presentes, como si quisiera alejarse de ciertos recursos de producción; “Yo creo que el sonido del álbum tiene eso de, como dicen los estadounidenses, in your face”, e insiste en que el rock necesita siempre algo de agresividad. Esa búsqueda hizo parte del trabajo que Juanes desarrolló en la producción del disco junto al argentino Sebastián Krys (Shakira, Alejandro Sanz, Kinky, La Santa Cecilia, Elvis Costello).

Esa vida cotidiana del disco tiene mucha relación con el precio que ha debido pagar para tener esta carrera, y se traduce en el tiempo que no ha podido pasar con sus hijos, su esposa y su familia, con el hecho de no poder estar en alguna presentación de sus hijos en el colegio, en una entrega de informes escolares, o en una celebración familiar muy importante: “A veces llego a mi casa y veo las fotos, pero no estoy en ninguna parte, siempre estuve viajando”, dice con melancolía, y asegura que aún le resulta muy extraño eso de terminar un concierto ante miles de personas para estar luego solo en la habitación de un hotel, viendo una película o respondiendo correos.

Así mismo, tiene claro que las canciones de este álbum no alcanzarán los primeros lugares en los conteos, no tienen posibilidades de competir con el pop urbano, el regional mexicano o el trap, justamente porque no fueron creadas para eso. Nada de eso le preocupa. “La música que yo hago en este momento no está en el Número Uno en las listas de popularidad, porque la gente escucha otra cosa”, dice con absoluta certeza y tranquilidad. “El significado del éxito para mí tiene que ver con la realización personal, con lo que haces. No necesariamente tienes que ser famoso, es hacer lo que te gusta, disfrutar del momento y de esa labor”, añade.

En relación con su edad actual (en pocas semanas cumplirá 51 años), piensa que el paso del tiempo le ha dado “acceso a más conocimiento, la oportunidad de aprender más y abrir más puertas que, de pronto, estaban cerradas en otro momento, y creo que eso me ha dado la oportunidad de hacer cosas más interesantes; que sean más comerciales, no lo sé, quizás no lo son, pero a nivel de composición, de ejecución, y a nivel poético, sí. Siento que estoy en un momento muchísimo mejor que hace 20 o 30 años”. En ese mismo sentido, aclara que ahora tiene mayor claridad ante las cosas que no haría para alcanzar más reconocimiento, entendiendo que el éxito también puede terminar afectando su salud mental al estar viajando por todas partes sin parar entre conciertos y entrevistas, haciendo que cualquiera llegue a perder el contacto de la realidad; “Creo que esa presión es muy dura, y en algún momento uno se quiebra”, asegura.

Después de la inocencia y la pasión de los comienzos, el péndulo se fue hacia el éxito masivo y sus presiones, para volver ahora a un lugar que se parece mucho -guardando las debidas proporciones- al punto de partida. La gente le sigue preguntando por qué no vuelve a hacer algo como ‘La camisa negra’, o por qué no se dedica al reggaetón, y su respuesta es muy clara: “No me interesa, no tengo mi cabeza en eso. Quiero hacer lo que me sale, y si algún día me sale una canción como ‘La camisa negra’, bien, pero nunca me va a salir igual, y va a salir peor. Por eso prefiero seguir buscando en lugares nuevos, seguir proponiendo, ¿me entiendes?”. Sí, claro, le entiendo, y espero que pronto podamos oír ese EP lleno de rock & roll, para que esta búsqueda incansable suene con más fuerza, y se consolide como parte de Juanes en esta nueva vida cotidiana.

 

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